"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

jueves, 8 de noviembre de 2012

5 formas de propagar Su Misericordia: imagen, fiesta, coronilla, novena, hora de la Misericordia, y obras de misericordia


 Para propagar la Devoción a la Divina Misericordia, hay cinco formas, reveladas por el Señor a Santa María Faustina: la imagen de la misericordia, la fiesta de la misericordia, la coronilla y la novena, la hora de la misericordia, y llevar la Misericordia de Dios a los demás. 

La imagen de Jesús Misericordioso:
El 22 de febrero de 1931, santa Faustina recibió la primera revelación de la Misericordia de Dios, ella lo anota así en su diario: "En la noche cuando estaba en mi celda, vi al Señor Jesús vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir y, con la otra mano, se tocaba el vestido, que aparecía un poco abierto en el pecho, brillaban dos rayos largos: uno era rojo y, el otro blanco. Yo me quedé en silencio contemplando al Señor. Mi alma estaba llena de miedo pero también rebosante de felicidad. Después de un rato, Jesús me dijo: Pinta una imagen Mía, según la visión que ves, con la Inscripción : "¡Jesús, yo confío en Ti!." Yo deseo que esta Imagen sea venerada, primero en tu capilla y después en el mundo entero. Yo prometo que el alma que honrare esta imagen, no perecerá. También le prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, pero especialmente a la hora de su muerte. Yo el Señor la defenderé como a Mi propia Gloria. Por orden de su confesor Santa Faustina le preguntó al Señor el significado de los rayos que aparecen en la imagen emanando del corazón y el Señor le respondió: "Los dos rayos significan Sangre y Agua- el rayo pálido representa el Agua que justifica a las almas; el rayo rojo simboliza la Sangre, que es la vida de las almas-. Ambos rayos brotaron de las entrañas mas profundas de Mi misericordia cuando mi corazón agonizado fue abierto por una lanza en la Cruz... Bienaventurado aquel que se refugie en ellos, porque la justa mano de Dios no le seguirá hasta allí". Yo le ofrezco a todos un instrumento por el cual podrán recibir gracias de la fuente de misericordia.
Este instrumento es la imagen con la inscripción; “Jesús, en ti confió.” Fiesta de la DM: se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua. “Deseo que esta fiesta sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias..” El 30 de abril del año 2000, durante la canonización de Sta. María Faustina, SS Juan Pablo II proclamó oficialmente que el segundo domingo de Pascua sera la fiesta de la Divina Misericordia Dijo en esa ocasión, “En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros.” 

La coronilla y la novena: 
“A las almas que meditan devotamente Mi Pasión, les concedo el mayor número de gracias.” (D. 737) El 13 de sept. 1935: tiene una visión de un ángel que va a ejecutar la justicia de Dios, sus oraciones no aplacan esta justicia. Se le es revelada la oración de la coronilla. “Padre eterno te ofrezco...... por su dolorosa pasión” Diario 848: “Oh, que gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de mi Misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla. Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de estos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos.” 
Sor Faustina escribió en su Diario: reza la coronilla durante los nueve días que preceden a la Fiesta de la Misericordia, comenzando el día de Viernes Santo. Entonces, me dijo: Por esta novena concederé todas las gracias posibles a las almas (D. 11, 197). Palabras de Nuestro Señor que Sor Faustina tomó por escrito: Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, el refugio y toda aquella gracia que necesiten en las penalidades de la vida, y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi corazón un grupo de almas diferentes y las sumergirás en el océano de Mi misericordia y Yo conduciré todas esas almas a la mansión de Mi Padre... Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para esas almas en atención a los méritos de mi amarga Pasión. Yo (Sor Faustina) contesté: Jesús, no sé cómo hacer esta novena y qué almas traer al abrigo de Tu Compasivo Corazón. Jesús contestó que El me haría saber qué almas encaminar hasta su corazón cada día. (Diario HI, pp. 57-65). 

La hora de la Gran Misericordia:
El 10 de octubre de 1937, Sor Faustina recibió instrucciones del Señor concerniente a otro elemento principal de la devoción a la Divina Misericordia; esto es, La Hora de Gran Misericordia: “A las tres de la tarde en punto, implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y, aunque sea por un breve momento, sumérgete en Mi pasión, particularmente en Mi abandono al momento de la agonía. Esta es la hora de la gran misericordia para todo el mundo. Yo te permitiré entrar en Mi dolor mortal. En esta hora, Yo no rehusaré nada al alma que Me pida algo en virtud de Mi pasión”. Jesús desea que a las tres de la tarde los hombres se sumerjan en su Divina Misericordia, es la hora en que la misericordia triunfó sobre la justicia. Fue la hora de gracia para el mundo entero, la hora en que el Señor se entregó por nuestros pecados y nos dió la salvación. El Señor pide que en esa hora veneremos su misericordia y que confiemos totalmente en Él, pidiendole todo lo que necesitemos y le dijo a Santa Faustina, “Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro de que pidan mucho, porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongo triste, en cambio, si las almas piden poco, estrechan sus corazones.” (D. 1578) Dar la misericordia que hemos recibido: “Hija mía, contempla Mi Corazón Misericordioso y reproduce su compasión en tu corazón y en tus acciones, de modo que tú misma, que proclamas al mundo Mi Misericordia, seas inflamada por ella.” (D. 1688) 

Obras de Misericordia, corporales y espirituales, para con el prójimo más necesitado:
Durante el retiro de octubre de 1936 se le dio a Sor Faustina, indicaciones explícitas sobre lo que constituye la verdadera devoción de la Divina Misericordia: “Hija mía si es que Yo reclamo a la gente, a través tuyo la devoción de Mi misericordia, debes ser tú la primera en distinguirte en esta confianza en Mi misericordia. Yo exijo de ti actos de misericordia, que deben realizarse por amor a Mí. Tú debes mostrar misericordia a tu prójimo siempre y en todas partes. No debes acobardarte ante esto o tratar de excusarte o de dispensarte de esto. Te estoy dando tres medios de ejercitar misericordia con tu prójimo: el primero por obra, el segundo de palabra, y el tercero por la oración. En estos tres grados está contenida la totalidad de la misericordia y es una prueba de tu amor por Mí. Por estos medios un alma glorifica y da tributo a Mi misericordia.” (D. 742) El corazón de Santa Faustina ardió de tanto amor y misericordia por las almas, que el 25 de octubre de 1936, la Hermana escribió en su diario: “Yo lucharé contra el mal, con el arma de la misericordia. Me quema el deseo de salvar almas. Me cruzaría todo el largo y el ancho de la tierra y llegaría hasta el último confín, para salvar almas por medio de la oración y sacrificio, deseo que todas las almas glorifiquen la misericordia de Dios”. “Hija mía deseo que tu corazón sea formado a semejanza de Mi Corazón Misericordioso. Debes ser impregnada completamente de mi Misericordia” (167) Un pequeño acto de misericordia es un acto perpetuo. 
Por: Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

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