"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

domingo, 25 de noviembre de 2012

Rezar para pedir conocer la Voluntad de Dios


Santa Faustina siempre rezaba para pedirle a Nuestro Señor conocer Su Voluntad para así hacerla en su vida.

"...¿Qué hacer? ¿A dónde dirigirme, si no conocía a nadie? Y dije a la Madre de Dios: María, dirígeme, guíame. Inmediatamente oí en el alma estas palabras: que saliera de la ciudad a una aldea donde pasaría una noche tranquila. Así lo hice y encontré todo tal y como la Madre de Dios me había dicho. Al día siguiente, a primera hora regresé a la ciudad y entré en la primera iglesia que encontré y empecé a rezar para que siguiera revelándose en mí la voluntad de Dios." (11-12)

"Volví a la celda, las hermanas estaban ya acostadas y la luz apagada. No sabía que
Hacer [conmigo]. Me tiré al suelo y empecé a rezar con fervor para conocer la voluntad de Dios..." (19)
En varias ocasiones Santa Faustina veía la Voluntad de Dios en las circunstancias que no estaban en su control, pues así lo quería Dios. Un día quiso salir del convento donde estaba:
"... tres semanas después vi que aquí había muy poco tiempo para la oración y que muchas otras cosas me empujaban interiormente a entrar en un convento de regla más estricta. Esta idea se clavó en mi alma, pero no había en ella la voluntad de Dios.
No obstante, la idea, es decir la tentación, se hacia cada vez mas fuerte hasta que un día decidí hablar con la Madre Superiora y salir decididamente. Pero Dios guió las circunstancias de tal modo que no pude hablar con la Madre Superiora [16]"
Jesús no quería que Santa Faustina se fuera de ese convento por eso no pudo ella hablar con la Madre Superiora. Mas tarde Nuestro Señor le dijo: "Tú Me vas a herir dolorosamente si sales de este convento. Te llamé aquí y no a otro lugar y te tengo preparadas muchas gracias. Pedí perdón al Señor Jesús e inmediatamente cambié la decisión que había tomado". (Diario 18)

En otra ocasión se había planeado un paseo con otras hermanas y había un soleado día, pero no era la Voluntad de Dios que fueran a ese paseo y entonces se nubló de repente y empezó una lluvia torrencial:

"Todos se extrañaban, ya que en un día tan bello ¿Quién podía esperar la lluvia, y que cambiara así en tan poco tiempo? La Madre Superiora me dice: Cuanto siento que ustedes, hermanas, no pueden ir. Contesté: Querida Madre, no importa que no podamos ir, la voluntad de Dios es que nos quedemos en casaSin embargo nadie sabía que era un claro deseo de Jesús que me quedara en casa. Pasé todo el día en el recogimiento y la meditación; agradecí al Señor por haberme hecho quedar en casa. En aquel día Dios me concedió muchas consolaciones celestiales."(Diario 64)

No hay comentarios:

Publicar un comentario