"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

sábado, 10 de noviembre de 2012

La confianza en la Divina Misericordia de Dios 2/2



De nuevo, la confianza en Dios es facil cuando todo va bien. Sin embargo, en momentos de sufrimiento y pruebas, aparece la duda y nos preguntamos “¿dónde está Dios?” o “de verdad existe Dios”? La ruina financiera, la súbita muerte de un ser querido, el divorcio, y los niños atormentados por las drogas, son solo algunos de los episodios dolorosos de la vida que Dios puede utilizar para acercarnos más a Él. Pero la confianza en Dios es la clave; debemos dejar que sea como el salvavidas al que nos aferramos cuando sentimos que nos estamos ahogando. ¿Has experimentado alguna vez la enfermedad o la muerte de algún familiar? Involucrar a los seres queridos puede que sea muy espiritual, pero cuando nos enfrentamos a una crisis y una prueba, inmediatamente olvidamos todo lo relacionado con la confianza en Dios y nos paralizamos en la prueba. 

Debemos recordar que estas formas de sufrimiento nos dan la oportunidad de confiar en Dios y de crecer espiritualmente. Y si oramos, discernimos y entonces debemos pedir fortaleza, ánimo y una mayor confianza en Jesús – La Divina Misericordia – en el momento de la prueba. Piensa en Job, quien perdió a su familia, su salud y su fortuna. Durante sus continuas pruebas, Dios nunca le informó porqué le estaba pasando todo aquello. Sin embargo, Job no maldijo a Dios; al contrario, se maravillaba de las bellezas de la creación y sabía que debía confiar en el Creador en tiempos de sufrimiento. Así como en el caso de Job, especialmente en sus sufrimientos y pruebas de la vida diaria, la experiencia de un ser querido en un accidente, el ser despedido del trabajo, nos hacen darnos cuenta de qué tan vulnerables somos y el poco control que de hecho tenemos sobre los acontecimientos de la vida. 

En momentos de lucha y frustración, debemos de tener la actitud de Pedro que dijo, “Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero en tu palabra, echaré las redes” “Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para vinieran en su ayuda.” (Lc 5,5-7) 

En otra ocasión, el Señor le dijo a Santa Faustina; “Que las almas que tienden a la perfección adoren especialmente Mi misericordia, porque la abundancia de gracias que les concedo proviene de Mi misericordia. Deseo que estas almas se distingan por una confianza sin límites en Mi misericordia. Yo Mismo Me ocupo de la santificación de estas almas, les daré todo lo que sea necesario para su santidad. Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin limites son mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro mucho de que pidan mucho, porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongo triste, en cambio, si las almas piden poco y estrechan sus corazones.” (Diario 1578) 

“En cada alma cumplo la obra de la misericordia, y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia. Quien confía en Mi misericordia no perecerá porque todos sus asuntos son Míos y los enemigos se estrellarán a los pies de Mi escabel.* ” (Diario, 723) *Escabel: escabel 1. m. Tarima pequeña que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien está sentado. 

Fuente: Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición Autor: Bryan S.Tatcher, Apóstoles Eucarísticos de la Divina Misericordia. Libro: La Divina Misericordia una forma de Vida.

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