"En efecto, la obra propia de Dios es solamente una: hacernos partícipes de Sí mismo como Supremo Bien y tener una profunda compasión por nuestra debilidad y pecado.
Por esto Santo Tomás nos enseña que la misericordia se halla en Dios no solo en cuanto al afecto que tiene por nosotros, razón por la cual:
“Se dice que Dios manifiesta su omnipotencia sobretodo perdonando y compadeciendo; y no sólo en cuanto al hecho, sino en cuanto a la intención.” (2-2.20,2,4)
Así, en toda obra de Dios hay compasión y justicia y ni obrando con justicia va contra su compasión, por lo que toda acción justa de Dios se apoya siempre en la misericordia y la presupone, aún cuando en la realidad, en toda obra de Dios su compasión sobrepasa siempre a su justicia, no en sí misma, porque ambas son perfecciones infinitas de Dios, sino con respecto a nosotros, pues nos trata según lo que exige su justicia, pero más conforme a su misericordia por el perdón."
Autor: Cango. Dr. Sergio Ruiz Moctezuma. Libro: "La devoción a la Divina Misericordia" 2001
No hay comentarios:
Publicar un comentario