Dice Santa Faustina:
"Hoy pedí al Señor que se dignara instruirme sobre la vida interior, porque de por mí no alcanzo a comprender nada ni pensar en nada perfecto. Y el Señor me contestó:
"He sido tu Maestro, lo soy y lo seré. Procura que tu corazón se asemeje a Mi Corazón manso y humilde. No reclames nunca tus derechos. Soporta con gran calma y paciencia todo lo que te pase; no te defiendas cuando toda la vergüenza recaiga sobre ti injustamente; deja que triunfen los demás. No dejes de ser buena si adviertes que abusan de tu bondad; cuando sea necesario Yo Mismo intervendré en favor de ti. Agradece por la más pequeña gracia mía, porque esta gratitud Me obliga a concederte nuevas gracias..." (Diario 1701).
No hay comentarios:
Publicar un comentario