"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

martes, 27 de noviembre de 2012

Cuando estoy Contigo, oh Jesús, no tengo miedo de nada, porque nada puede dañarme


"He rogado a Dios que me conceda la gracia de que mi naturaleza sea fuerte y resistente a las influencias que a veces quieren distraerme del espíritu de la regla y de las pequeñas normas, ya que éstas son como pequeñas polillas que quieren destruir en nosotros la vida interior y sin duda la destruirán, si el alma es consciente de estas pequeñas transgresiones y a pesar de eso, las toma a la ligera como cosas de poco
importancia.

En una orden religiosa yo no veo nada de poca importancia. No me importa que a veces me
expongo a disgustos e ironías, lo importante es que mi espíritu esté en buena armonía con el espíritu de las reglas, de los votos y de las normas religiosas

Oh Jesús mío, deleite de mi corazón, Tu conoces mis deseos. Quisiera esconderme a los ojos
humanos, viviendo de modo como si no viviera. Quiero vivir pura como una flor de campo; quiero que mi amor esté dirigido siempre hacia Ti, como la flor que gira siempre hacia el sol.

Deseo que el perfume y la frescura de la flor de mi corazón estén siempre guardados exclusivamente para Ti.
Quiero vivir bajo Tu mirada divina, ya que Tu solo me bastas. Cuando estoy Contigo, oh Jesús, no tengo miedo de nada, porque nada puede dañarme. (Diario 306)

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