"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

jueves, 22 de noviembre de 2012

Jesús siempre quiere estar en nuestro corazón



El día de Navidad de 1935 Sor Faustina escribió:


" La Misa de Medianoche. Durante la Santa Misa vi nuevamente al pequeño Niño Jesús, extraordinariamente bello que con alegría tendía las manitas hacia mí. (44) Después de la Santa Comunión oí estas palabras: Yo siempre permanezco en tu corazón, no solamente en el momento en que Me recibes en la Santa Comunión, pero siempre". Viví estas fiestas en una gran alegría.



Oh Santa Trinidad, Dios eterno, mi espíritu se sumerge en Tu belleza; para Ti los siglos no son nada. Tú eres siempre el Mismo. Oh, qué grande es Tu Majestad. Oh Jesús, ¿cuál es el motivo por el que escondes Tu Majestad, has abandonado el trono del cielo y estás con nosotros? El Señor me contestó: Hija Mía, el amor Me ha traído y el amor Me detiene. Oh hija Mía, si tú supieras qué gran mérito y recompensa tiene un solo acto de amor puro hacia Mi, morirías de gozo. Lo digo para que te unas a Mí constantemente a través del amor, porque éste es el fin de la vida de tu alma; este acto consiste en el acto de voluntad; has de saber que el alma pura es humilde; (45) cuanto te humillas y te anonadas ante Mi Majestad, entonces te persigo con Mis gracias, hago uso de la omnipotencia para enaltecerte" (Diario 575,576).

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