"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

jueves, 20 de diciembre de 2012

Yo soy el Amor y la Misericordia misma. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contener en sí misma



Completamente confianza en Jesús
La confianza en Jesús es la esencia del mensaje de la misericordia. Cuando vamos a una fuente pública, podemos sacar agua de ahí todo el tiempo que tenemos un recipiente o contenedor de algún tipo para poner el agua. Si nuestro barco es pequeño, sólo podemos traer un poco de agua, si es grande , podemos traer de vuelta un montón. Y cualquier persona con un vaso puede sacar agua de la fuente.El agua está ahí para nosotros, y nadie queda excluido. Todo lo que necesitamos es un recipiente.

Lo mismo sucede con la misericordia de Dios. En repetidas revelaciones a Santa Faustina, nuestro Divino Salvador aclara que la fuente es su corazón, el agua es su misericordia, y el vaso es la confianza.

He abierto Mi Corazón como una fuente viva de la misericordia. Que todas las almas viven de ella. Que acercarse a este mar de misericordia con gran confianza (Diario, 1520). En la cruz, la Fuente de Mi Misericordia fue abierta de ancho por la lanza para todas las almas - nadie he excluido! (1182). Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir las gracias a la fuente de la misericordia. Ese recipiente es esta imagen con la firma: "Jesús, en Ti confío" (327)Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente, y que es - la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá (1578).
En el Diario de Santa Faustina, escuchamos a Nuestro Señor que nos recuerda que podemos fiarnos de su amor ... que sólo Él es digno de nuestra confianza: Nunca rechazaré un corazón contrito (1485). Antes que el cielo y la tierra a su vez en la nada que no hubiera Mi misericordia abrazar a un alma confiada (1777).
Pero hay algo más que confiar en que creer que Dios es digno de confianza. Tenemos que actuar sobre esa creencia. La confianza implica una vuelta atrás a Dios, una transformación real de nuestras vidas a Dios, arrepentirnos de nuestros pecados y perdonar a los demás. La confianza es una fe viva.
Confianza significa que estamos de acuerdo en dejar a Dios ser Dios, en lugar de tratar de ser Dios a nosotros mismos. (La confianza es el antídoto para el primer pecado de Adán!) Esto significa que estamos de acuerdo en que Dios puede escribir el guión de nuestras vidas, en lugar de insistir en nuestro propio guión. Esto significa que estamos de acuerdo con la promesa de gran hacemos en el Padrenuestro: "Hagáse Tu voluntad [no la mía] así en la tierra como en el cielo." Esto significa que, incluso en los momentos de agonía estamos de acuerdo con el grito de Jesús en el huerto: "No se haga mi voluntad, sino la Tuya"(Lc 22:42).
Dios es la misericordia misma, y ​​estamos llamados a practicar el ABC de la misericordia (Pedir por su misericordia, tener compasión de los demás, confíar plenamente en Jesús). Mientras lo hacemos, nuestra confianza en Jesús es el ingrediente vital. No nos limitamos a pedir misericordia, ni simplemente tratamos de ser buenos con los demás. Pedimos con entera confianza, y Nuestro Señor nos llena de gracia, para que podamos ser misericordiosos como nuestro Padre celestial es misericordioso.
Yo soy el Amor y la Misericordia misma. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contener en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas(1074)

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