"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

sábado, 15 de diciembre de 2012

Sufrir sin quejarse


"Sufrir sin quejarse, consolar a los demás y ahogar sus propios sufrimientos en el Sacratísimo Corazón de Jesús.

Todos los momentos libres de los deberes los pasaré a los pies del Santísimo Sacramento. A los pies del Señor buscaré luz, consuelo y fuerza.

Incesantemente mostraré el agradecimiento a Dios por la gran misericordia hacia mi, sin olvidarme jamas de los beneficios [que] me ofreció y especialmente la gracia de la vocación.

Me esconderé entre las hermanas como una violeta pequeña entre las azucenas. Deseo florecer para mi Creador y Señor, olvidarme de mi misma, anonadarme completamente a favor de las almas inmortales es un deleita para mí" (Diario 224).

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