30 X 1937. Hoy, durante la ceremonia religiosa, durante la Santa Misa, en el segundo día de acción de gracias, vi a Jesús en un aspecto de gran belleza y me dijo: Hija Mía, no te he dispensado de la acción. Le contesté: Señor, mi mano es débil para tales obras.
Sí, lo sé, pero unida a Mi diestra, cumplirás todo. Sin embargo, sé obediente, sé obediente a los confesores. Yo les daré la luz cómo deben guiarte.
Señor, yo quise dar comienzo a la obra en Tu nombre, sin embargo, el Padre S. todavía la aplaza. Jesús me contestó: Lo sé, por lo tanto haz lo que está en tu poder, pero no puedes eximirte.(Diario 1374)
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