"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

jueves, 13 de diciembre de 2012

Propósitos de vida de Santa Faustina


"Algunos de mis propósitos.
En lo que concierne a la confesión, elegiré lo que mas me humilla y cuesta. A veces una pequeñez cuesta mas que algo mas grande. Antes de cada confesión recordare la Pasión del Señor Jesús y con esto despertaré la contrición del corazón  Si es posible, con la gracia de Dios, ejercitarse siempre en el dolor perfecto. A esta contrición le dedicaré mas tiempo.

Antes de acercarme a la rejilla, entraré en el Corazón abierto y misericordiosísimo del Salvador. Cuando me aleje de la rejilla, despertaré en mi alma una gran gratitud hacia la Santísima Trinidad por este extraordinario e inconcebible milagro de la misericordia que se produce en el alma; y cuanto mas miserable es mi alma, tanto mejor siento que el mar de la misericordia de Dios me absorbe y me da una enorme fuerza y fortaleza.

Las reglas que desobedezco con mas frecuencia: a veces interrumpo el silencio, no obedezco el llamado de la campanilla, a veces me meto en los deberes de los demás  haré los máximos esfuerzos para corregirme.

Evitar a las hermanas que murmuran y si no es posible evitarlas, por lo menos callar en presencia de ellas, dando a entender lo penoso que es para nosotras escuchar cosas similares.

No hacer caso a las consideraciones humanas, sino que tener en cuenta mi propia conciencia, el testimonio que me da. Tener a Dios como testigo de todas las obras.

Comportarme ahora y resolver cada asunto mio de tal modo como quisiera solucionarly y comportarme en el momento de la muerto. Por eso en cada asunto siempre tener presente a Dios.

Evitar los supuestos permisos. Relatar a las Superioras aun las cosas pequeñas, si es posible detalladamente. Fidelidad en las practicas de piedad; no pedir con facilidad excepciones de las practicas de piedad; callar, excepto durante el recreo; evitar bromas y palabras chistosas que hacen reir a los demas y rompen el silencio;

valorar enormemente las mas pequeñas prescripciones; no dejarse llevar por el frenesi del trabajo; interrumpir un momento para mirar hacia el cielo; hablar poco con la gente, pero mucho con Dios;

evitar la familiaridad; fijarse poco en quien está conmigo y quien está en contra; no compartir con otros lo que he tenido que soportar; evitar de comunicarse en voz alta durante el trabajo; en los sufrimientos conservar la serenidad y el equilibrio;

en los momentos difíciles recurrir a las llagas de Jesús, en las llegas de Jesús buscar consuelo, alivio, luz y fuerza." (Diario 226)

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