"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

martes, 3 de septiembre de 2013

Me hieren más las pequeñas imperfecciones de las almas elegidas que los pecados de las almas que viven en el mundo.

"Una vez el Señor me dijo: Me hieren más las pequeñas imperfecciones de las almas elegidas que los pecados de las almas que viven en el mundo. 

Me entristecí mucho por el hecho de que Jesús padece sufrimientos a causa de las almas elegidas, y Jesús me dijo: Estas pequeñas imperfecciones, no es todo; te revelaré el secreto de Mi Corazón, lo que sufro por parte de las almas elegidas: la ingratitud por tantas gracias es el alimento continuo de Mi Corazón por parte del alma elegida.

Su amor es tibio, Mi Corazón no puede soportarlo; estas almas Me obligan a rechazarlas de Mí. Otras no tienen confianza en Mi bondad y nunca quieren sentir la dulce intimidad en su corazón, pero Me buscan por allí, lejos y no Me encuentran. 

Esta falta de confianza en Mi bondad es lo que mas Me hiere. Si Mi muerte no las ha convencido de Mi amor, ¿qué es lo que las convencerá? 

Muchas veces un alma Me hiere mortalmente y en tal caso nadie Me consolará.  Hacen uso de Mis gracias para ofenderme. Hay almas que desprecian Mis gracias y todas las pruebas de Mi amor; no quieren oír Mi llamada, sino que van al abismo infernal. 

Esta pérdida de las almas Me sumerge en la tristeza mortal. En tales casos, a pesar de ser Dios, no puedo ayudar nada al alma, porque ella Me desprecia; disponiendo de la voluntad libre puede despreciarme o amarme. Tú, dispensadora de Mi misericordia, habla al mundo entero de Mi bondad y con esto consolarás Mi Corazón." (D. 580)

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