"Hoy escuché estas palabras:
En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos a Mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia.
No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón misericordioso. Hago uso de los castigos cuando Me obligan a ello; Mi mano resiste a tomar la espada de la justicia.
Antes del día de la justicia envío el día de la misericordia.
Contesté: Oh Jesús mío, Tu Mismo habla a las almas,
porque mis palabras no valen nada."
(D. 1588)
No hay comentarios:
Publicar un comentario