"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

martes, 10 de septiembre de 2013

La plegaria de un alma humilde y amante aplaca la ira de Mi Padre y atrae un mar de bendiciones

La plegaria humilde ayuda a que almas eviten el infierno


"Jesús me enseñó cuánto le agrada la plegaria reparadora; me dijo: La plegaria de un alma humilde y amante aplaca la ira de Mi Padre y atrae un mar de bendiciones.

Después de la adoración, a medio camino hacia mi celda, fui cercada por una gran jauría de perros negros, enormes, que saltaban y aullaban con una intencion de desgarrarme en pedazos. Me di cuenta de que no eran perros sino demonios.

Uno de ellos dijo con rabia: Como esta noche nos has llevado muchas almas, nosotros te desgarraremos en pedazos.
 Contesté: Si tal es la voluntad de Dios misericordiosísimo, desgárrenme en pedazos, porque me lo he merecido justamente, siendo la mas miserable entre los pecadores y Dios es siempre santo, justo e infinitamente misericordioso.

A estas palabras, los demonios todos juntos contestaron: Huyamos porque no está sola, sino que el Todopoderoso está con ella.

Y desaparecieron del camino como polvo, como rumor, mientras yo tranquila, terminando el Te Deum, iba a la celda contemplando la infinita e insondable misericordia Divina."

(D. 320)

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