"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

viernes, 4 de enero de 2013

La grandeza del alma no consiste en grandes acciones, sino en el Amor de Jesús


"Oh Jesús, me das a conocer y entender en qué consiste la grandeza del alma: no en grandes acciones, sino en un gran amor.

Es el amor que tiene el valor y él confiere la grandeza a nuestras acciones; aunque nuestras acciones sean pequeñas y comunes de por si, a consecuencia del amor se harán grandes y poderosas delante de Dios gracias al amor.

El amor es un misterio que transforma todo lo que toca en cosas bellas y agradables a Dios. El amor de
Dios hace al alma libre; es como una reina que no conoce el constreñimiento del esclavo, emprende todo con gran libertad del alma, ya que el amor que vive en ella es el estimulo para obrar.

Todo lo que la rodea, le da a conocer que solamente Dios es digno de su amor. El alma enamorada de Dios y en Él sumergida, va a sus deberes con la misma disposición con que va a la Santa Comunión y cumple también las acciones mas simples con gran esmero, bajo la mirada amorosa de Dios; no se turba si con el tiempo alguna cosa resulta menos lograda, ella está tranquila porque en el momento de obrar hizo lo que estaba en su poder.

Cuando sucede que la abandona la viva presencia de Dios, de la que goza casi continuamente, entonces
procura vivir de la fe viva; su alma comprende que hay momentos de descanso y momentos de lucha. Con
la voluntad está siempre con Dios. Su alma es como un oficial adiestrado en la lucha, desde lejos ve
dónde se esconde el enemigo y está preparada para el combate, ella sabe que no está sola; Dios es su
fortaleza." (D. 889 - 890)

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