"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

viernes, 17 de mayo de 2013

Nuestra oración, sufrimiento y trabajo son muy agradables a Dios




"Mi salud ha mejorado un poco. Hoy he bajado al refectorio y a la capilla; aun no puedo encargarme de los deberes, me quedo en la celda con la lanzadera . Este trabajo me atrae muchísimo, pero todavía me canso hasta de un trabajo tan ligero. Veo que tengo muy pocas fuerzas.

No tengo momentos de ocio, porque cada instante de mi vida está lleno de oración, sufrimiento y trabajo; adoro a Dios de uno o de otro modo y si Dios me diera la vida otra vez, no se si la aprovecharía mejor.

El Señor me dijo: "Me deleito con tu amor; tu amor sincero es tan grato a Mi Corazón como la fragancia de un capullo de rosa a primera hora de la mañana cuando el sol no le ha secado todavía el rocío. El frescor de tu corazón Me encanta, por eso Me uno a ti tan estrechamente como a ninguna otra criatura….".

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