"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

miércoles, 13 de marzo de 2013

Nuestras más grandes miserias son nada ante la Misericordia de Dios





"...Terminada la hora fui delante del Santísimo sacramento y como la miseria y la nada más grandes, le supliqué por su misericordia y que se dignara sanar y purificar mi pobre alma. De repente oí estas palabras:  

Hija Mía, todas tus miserias han sido quemadas en el fuego de Mi amor, como una pajita arrojada en unas llamas enormes. Y con esta humillación atraes a ti y a otras almas todo el mar de Mi misericordia.

Y contesté: Jesús, forma mi pobre corazón según Tu divina complacencia." (D.174)

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