+ Oh Señor benignísimo, eres tan misericordioso que juzgas a cada uno según su conciencia y conocimiento y no según las murmuraciones de los hombres.
Mi espíritu está cada vez más arrebatado y alimentado de Tu sabiduría que conozco cada vez más profundamente y aquí se me revela aun más claramente la enormidad de Tu misericordia.
Oh Jesús mío, todo este conocimiento produce en mi alma este afecto que me transformo en un fuego de amor hacia ti, oh Dios mío.
D. 1456
No hay comentarios:
Publicar un comentario