1 III 1938. Ejercicios espirituales de un día. Durante la meditación he entendido que debo esconderme en el Corazón de Jesús lo más profundamente posible.
Contemplar su dolorosa Pasión y penetrar en los sentimientos de su divino Corazón que esta lleno de misericordia para los pecadores.
Para impetrarles la misericordia me anonadaré en cada momento, viviendo de la voluntad de Dios.
(D. 1621)
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