"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)
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jueves, 27 de noviembre de 2014

Que el pecador no tenga miedo de acercase a Mí


+ Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo a las almas pecadoras. 

Que el pecador no tenga miedo de acercase a Mi. Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas humanas.

Jesús se quejó conmigo con estas palabras: La desconfianza de las almas desgarra Mis entrañas. Aún mas Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de Mi amor inagotable no confían en Mí.

 Ni siquiera Mi muerte ha sido suficiente para ellas. ¡Ay de las almas que abusen de ella!

(D. 50)

lunes, 10 de febrero de 2014

Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.


"En una ocasión, mientras iba por el pasillo a la cocina, oí en el alma estas palabras:
Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. 
Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la ultima tabla de salvación.

Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita. 

Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia; deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia." (D. 687)

domingo, 3 de noviembre de 2013

Cuando un pecador se dirige a Mi misericordia, Me rinde la mayor gloria



"Una vez, mientras hablaba con el director de mi alma, en un relámpago más veloz que el de un rayo, vi interiormente su alma en gran sufrimiento, en tal tormento que son pocas las almas a las cuales Dios prueba con este fuego. Este sufrimiento se debe a esta obra.

Llegara un momento en que esta obra que Dios recomienda tanto, parecerá ser completamente destruida, y de repente Dios intervendrá con gran fuerza que dará el testimonio de la veracidad.

Ella [la obra] será un nuevo esplendor para la Iglesia, a pesar de estar en ella desde hace mucho tiempo.
 Nadie puede negar que Dios es infinitamente misericordioso; Él desea que todos lo sepan; antes de volver como Juez, desea que las almas lo conozcan como Rey de Misericordia.

Cuando venga este triunfo, nosotros estaremos ya en la nueva vida, en la que no hay sufrimientos, pero antes tu alma será saturada de amargura al ver la destrucción de tus esfuerzos.

Sin embargo esta destrucción es solo aparente, ya que Dios no cambia lo que ha establecido una vez. Pero aunque la destrucción será aparente, el sufrimiento será real.

¿Cuándo sucederá esto? no sé; ¿Cuánto tiempo durara? No sé. Pero Dios prometió una gran gracia, especialmente a ti y a todos que proclamen esta gran misericordia Mía. 
Yo Mismo los defenderé en la hora de la muerte como Mi gloria aunque los pecados de las almas sean negros como la noche; cuando un pecador se dirige a Mi misericordia, Me rinde la mayor gloria y es un honor para Mi Pasión. 

Cuando un alma exalta Mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del infierno." (D. 378)

lunes, 12 de noviembre de 2012

Página sobre la Divina Misericordia



Los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, tienen una excelente página sobre la Devoción a la Divina Misericordia de Dios: 

El mensaje no es nada nuevo, es sólo un recordatorio de lo que la Iglesia siempre ha enseñado: que Dios es misericordioso, que Él perdona, y que nosotros también debemos ser misericordiosos y perdonar. 
Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje asume un nuevo enfoque poderoso, ya que nos llama a una comprensión más profunda de que el amor de Dios no tiene límites y que está disponible a todos, especialmente al pecador más grande: Cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi Misericordia (Diario, 723). Algunos de los elementos de este nuevo enfoque incluye una imagen sagrada del Salvador Misericordioso, varias oraciones nuevas y una abundancia de promesas. Pero los elementos principales son: la confianza y las obras de misericordia. 
La historia del origen y de la difusión del mensaje de la Divina Misericordia y de su devoción por todo el mundo, resulta ser fascinante. 
Comprende apariciones y revelaciones extraordinarias, respuestas milagrosas a oraciones, una escapada dramática de una Polonia devastada por la guerra, una prohibición temporal del culto por la Iglesia y el fuerte apoyo del Papa Juan Pablo II, que muy probablemente será llamado por los historiadores "el Papa de la Misericordia." 

LAS TRES "S" DE LA MISERICORDIA 

El mensaje de la misericordia es que Dios nos ama, nos ama a todos, sin importar la magnitud de nuestros pecados. Dios quiere que reconozcamos que Su misericordia es más grande que nuestros pecados, para que podamos invocarlo a Él con confianza, recibir Su misericordia y dejar que ésta fluya a través de nosotros hacia los demás. Así, todos llegaremos a compartir Su alegría. 

Es un mensaje que siempre podemos tener presente sencillamente al acordarnos de la letra "S", como el "Señor." 

SOLICITE MISERICORDIA Dios quiere que nos acerquemos a Él orando sin cesar, arrepintiéndonos de nuestros pecados y pidiendo que Él derrame Su misericordia sobre nosotros y el mundo entero. 

SEA MISERICORDIOSO Dios quiere que recibamos Su misericordia y que la dejemos fluir a través de nosotros hacia los demás. Quiere que demos amor y perdón a otros, como Él nos lo da a nosotros. 

SIN CESAR CONFÍE COMPLETAMENTE EN ÉL Dios quiere que sepamos que las gracias de Su misericordia dependen de nuestra confianza. Cuanto más confiemos en Jesús, tanto más recibiremos. 

ORACIÓN PARA OBTENER LA DIVINA MISERICORDIA ¡Oh Dios de gran misericordia! bondad infinita, hoy toda la humanidad clama, desde el abismo de su miseria, a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios; y grita con la potente voz de la miseria. Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, anticípanos Tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente Tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que conoces sólo Tú. Y a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza; a través de Su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos en el cielo (Diario de Santa Faustina, 1570).