"La Humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi Misericordia" (Diario de Sor Faustina, 300)

viernes, 8 de agosto de 2014

"Qué grande es la gracia de tener un director espiritual"


"Oh, qué grande es la gracia de tener al director espiritual. Se progresa mas rápidamente en las virtudes, se conoce mas claramente la voluntad de Dios, se la cumple mas fielmente, se avanza en un camino cierto y seguro. El director espiritual sabe evitar las rocas contra las cuales [el alma] podría estrellarse.

Dios me concedió esta gracia más bien tarde, pero gozo de ella mucho, viendo como Dios consiente los deseos del director espiritual. Menciono un solo hecho de entre un millar que me sucede. Como de costumbre, una noche pedí al Señor Jesús que me diera los puntos para la meditación del día siguiente. Recibí la respuesta: Medita sobre el profeta Jonás y sobre su misión.

Agradecí al Señor, pero dentro de mí empecé a pensar: Que meditación tan diferente de otras. Sin embargo, con toda la fuerza del alma trataba de meditar y en aquel profeta me descubrí a mi, en el sentido de que yo también con frecuencia me excusaba delante de Dios [diciendo] que otra persona podría cumplir mejor su santa voluntad, sin entender que Dios lo puede todo, que tanto mas destaca todo su poder, cuanto mas mísero es el instrumento que utiliza. Dios me lo explicó.


Por la tarde hubo confesion de la Comunidad. Cuando presenté al director espiritual el temor que me envuelve a razon de esta misión a la que Dios me utiliza como un instrumento inhábil, el Padre espiritual me contestó que queramos o no queramos, debemos cumplir la voluntad de Dios y me dio el ejemplo del profeta Jonas. Terminada la confesión, contemplaba como el confesor sabia que Dios me había mandado meditar sobre Jonás, ya que yo no le había hablado de eso.

Entonces oí estas palabras: El sacerdote, cuando Me sustituye, no es él quien obra, sino Yo a traves de él, sus deseos son Mios. Veo como Jesús defiende a sus sustitutos. Él Mismo interviene en su actuar." (D. 331)

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